martes, 31 de diciembre de 2013

MIS MEJORES DESEOS

A punto de finalizar el año, y antes de comenzar el tercero como madre (o cuarto, si incluyo el embarazo), recapitulo acerca de lo que la maternidad ha supuesto en mi.
Como ya comenté, en el mismo instante en que Lucía salió de mi, las prioridades que hasta ese momento habían motivado mi existencia, dejaron paso a la más importante: la responsabilidad de una vida nueva.

Fernando y yo dejamos de ser dos para crear nuestra propia Trinidad, un nuevo sentido también en nuestra relación, un hacer a un lado el ego para entregar a un nuevo ser lo más importante de nosotros mismos.

Con su llegada, nuestra existencia cobró un nuevo sentido, por supuesto un antes y un después que tan sólo un acontecimiento de ese calibre puede suponer.

A medida que Lucía crece, hemos de reinventarnos y re-crearnos para poder continuar nutriendo sus necesidades, esas que sólo los padres/madres pueden cubrir.

Y, asimismo, mi hija supone el espejo en el que mirarme cada día y, con ello, analizar los aspectos de mi propia vida que debo superar y modificar.

Que l@s hij@s son maestr@s no es nada nuevo, así que intento mantenerme alerta para descubrir las enseñanzas que me muestra cada día. 

A todas aquellas personas que se sienten padres/madres de algo o de alguien, les deseo un año 2014 lleno de creatividad y unión con su coautor/a.

Mantengamos la esperanza porque es la base de la superación. 

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