jueves, 6 de junio de 2013

DE ILUSIONES TAMBIÉN (NO) SE VIVE

Tengo una amiga que, haciendo alusión a Santa Teresa, me dijo un día: "Susana, tienes que poner ilusión en las cosas cuando las hayas materializado, no antes".
Estas palabras de mi amiga me parecen sumamente sabias porque, cuando te ilusionas pero no pasas a la acción, vives tu sueño en la cabeza y eso, además de restar energía, genera frustración.

Entonces, ¿qué hacer? Me preguntaréis. No tengo una receta mágica; simplemente, PACIENCIA. Esperar a ver las dos caras de la moneda, a que los puntos débiles hagan su aparición y, de este modo, poder compensarlos. Pero, si en ese lapso me dedico a imaginar como será, a soñar, perderé mi fuerza y mi objetividad.

Me ha costado mucho llegar a este punto porque soy, de manera natural, soñadora e imaginativa, y no creo que lo tenga superado, pero estoy en el camino.


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