viernes, 7 de junio de 2013

LAS PIEDRAS DEL CAMINO

Lo que me ha resultado más difícil en el tiempo que Lucía lleva con nosotros, ha sido:
-La lactancia.
-Las críticas.
-El despido.

La lactancia, porque Lucía, a pesar de nacer a término, no llegó a los tres kilos, y desde el primer momento, decidió crecer a su ritmo (como cualquier otro bebé) y nosotros, como padres, decidimos que no íbamos a modificar su curva con ningún suplemento. Aún recuerdo cuando mi padre me dijo: "Hija, a lo mejor tu leche no vale", y yo le dije que ese comentario, sin ningún fundamento, no me lo esperaba de él.
No sabía nada de lactancia, y todo el mundo opinaba, no dando, precisamente, buenos y positivos consejos.

Las críticas que más daño hacen son las que provienen de aquellas personas a las que se está unid@ por lazos de afecto y ellas, quiero pensar que con la mejor intención opinan sin que se les haya pedido, y tratan de imponer una sabiduría obsoleta adquirida hace décadas.
Unida a las críticas, he sentido la falta de reconocimiento y el daño de las comparaciones.

Tres semanas después de que naciera Lucía, recibo una llamada de RR.HH. de mi empresa para comunicarme mi despido. ¡¡¡En la baja maternal!!! Y de un organismo público. Aunque ha sido una suerte para mi y aún más para Lucía, no dejó de ser una injusticia. Hoy tengo el juicio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario